BIOESTHETICIAN ISHTAR MUBARAK
La piel es como un espejo donde todas nuestras emociones y sentimientos se ven reflejados.
Estetocosmetóloga, biocosmiatra, dermatocosmiatra, aromaterapeuta, linfoterapeuta, terapeuta floral, investigadora cosmética, licenciada en cosmetología y futura psicóloga.
Inspirada en los remedios naturales de mi bisabuela materna, desde niña me apasionaba preparar todo tipo de mezclas a fin de preservar y mejorar la salud de la piel. No obstante, jamás pensé que uno de mis pasatiempos favoritos de la infancia se convertiría en mimodus vivendi.
Siendo una adolescente, fui diagnosticada con neurodermatitis facial. Recurrí a la
dermatología, naturopatía, nutrición y homeopatía sin éxito alguno. Después de 3 largos años de tratamiento, uno de mis médicos me sugirió que buscara apoyo psicológico.
Estetocosmetóloga, biocosmiatra, dermatocosmiatra, aromaterapeuta, linfoterapeuta, terapeuta floral, investigadora cosmética, licenciada en cosmetología y futura psicóloga.
Inspirada en los remedios naturales de mi bisabuela materna, desde niña me apasionaba preparar todo tipo de mezclas a fin de preservar y mejorar la salud de la piel. No obstante, jamás pensé que uno de mis pasatiempos favoritos de la infancia se convertiría en mimodus vivendi.
Siendo una adolescente, fui diagnosticada con neurodermatitis facial. Recurrí a la
dermatología, naturopatía, nutrición y homeopatía sin éxito alguno. Después de 3 largos años de tratamiento, uno de mis médicos me sugirió que buscara apoyo psicológico.
A pesar de la recomendación, decidí investigar más al respecto puesto que tenía el
presentimiento de que un agente externo era el verdadero responsable de mi
enfermedad.
Pocos meses después, encontré un sitio de internet que mostraba estudios relacionados a la toxicidad de los ingredientes normalmente utilizados en la industria cosmética.
Al eliminar todas las sustancias nocivas, mi piel sanó por completo y fue ahí que comprobé que la neurodermatitis originalmente diagnosticada se trataba, en realidad, de una dermatitis por contacto.
El haber experimentado en carne propia los efectos adversos del uso tópico prolongado de químicos dañinos me motivó a especializarme en cosmética sustentable.
Han sido más de 20 años de arduo estudio y trabajo en los que me he comprometido a crear conciencia en las personas e instruirlas sobre alternativas saludables del cuidado de la piel y anexos. En la actualidad, formo parte del equipo de investigación y desarrollo de fórmulas de una de las empresas más innovadoras en lo que a ciencia cosmética verde se refiere, en donde el restablecimiento y mantenimiento de las funciones naturales de la piel forman la base de nuestro enfoque funcional de salud cutánea.
presentimiento de que un agente externo era el verdadero responsable de mi
enfermedad.
Pocos meses después, encontré un sitio de internet que mostraba estudios relacionados a la toxicidad de los ingredientes normalmente utilizados en la industria cosmética.
Al eliminar todas las sustancias nocivas, mi piel sanó por completo y fue ahí que comprobé que la neurodermatitis originalmente diagnosticada se trataba, en realidad, de una dermatitis por contacto.
El haber experimentado en carne propia los efectos adversos del uso tópico prolongado de químicos dañinos me motivó a especializarme en cosmética sustentable.
Han sido más de 20 años de arduo estudio y trabajo en los que me he comprometido a crear conciencia en las personas e instruirlas sobre alternativas saludables del cuidado de la piel y anexos. En la actualidad, formo parte del equipo de investigación y desarrollo de fórmulas de una de las empresas más innovadoras en lo que a ciencia cosmética verde se refiere, en donde el restablecimiento y mantenimiento de las funciones naturales de la piel forman la base de nuestro enfoque funcional de salud cutánea.